Corría el año 1900 y en la Ciudad Bonaerense de Pergamino, un 4 de agosto nacía Arturo U. Illia, luego de cursar sus estudio secundarios decidió seguir la carrera de Medicina, habiendo manifestado en múltiples oportunidades que tal decisión la tomo “porque me interesan más las cuestiones humanitarias que las materiales”, durante sus años de estudiante incursión en la lucha por la Reforma Universitaria del 18.
Una vez recibido, mantuvo una entrevista con el entonces Presidente de la Nación Don Hipólito Yrigoyen, quien accedió a la solicitud del joven facultativo; designándolo Medico en la Ciudad Cordobesa de Cruz del Eje. En esta ciudad trabajo como Medico de la Mutual de Ferroviarios hasta el año 30 en que se produce el Golpe artero a las Instituciones de la Democracia y la Republica, perpetrado por las tropas del Fascista Gral. Uriburu. Dicho acontecimiento lo despoja del noble trabajo al servicio de los trabajadores, a pedido de los vecinos de Cruz del Eje se radica en dicha ciudad, viviendo en una casa que le es donada por los mismos; alterando su vida entre la medicina y la política.
A lo largo de su trayectoria ocupo los cargos de Senador Provincial, Vice Gobernador de la mano de Santiago del Castillo, Gobernador Electo, Diputado Nacional, y en las Elecciones del 7 de Julio de 1963 alcanzo la máxima Magistratura de la Nación, habiendo asumido la Presidencia de la República un 12 de Octubre de ese año. Su gobierno se destaco por el respeto a las Instituciones de la Democracia, la División de Poderes, la Pureza Administrativa, la Defensa del Interés Nacional y en materia de Relaciones Exteriores planteo la “Autodeterminación de los Pueblos”, esto muestra el apego a los postulado fundacionales de la UCR, partido por el cual llego a la Presidencia de la Nación y cada uno de los anteriores cargos electivos. A pesar de su destacada obra de gobierno un 28 de junio de 1966, nuevamente como ocurro en el 30, un golpe militar con olor a petróleo usurparía el Poder Soberano, conducido por otro filo fascista el Gral. Ongania.
En el recuerdo de nuestros mayores, sigue viva la imagen de este Gran Ciudadano, cuando les hablo desde el bacón de nuestra Casa Radical, despidiéndose de sus correligionarios con el ¡Hasta Siempre Amigos!. Y el 18 de Enero siguiente fallecía Don Arturo Illia, un hombre de campo y asfalto, lo que le permitió una ajustada dosis de inocencia y astucia, en el manejo de la política con mayúscula sin golpes bajos y sin claudicaciones.
martes, 5 de agosto de 2008
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