Para retornar al partido, los cobistas exigen que se levante la expulsión al vice.
COMITE FEDERAL. LA CONDUCCION DEL RADICALISMO, AYER, JUNTO A LOS JEFES DISTRITALES EN EL COMITE NACIONAL.
La conducción de la UCR puso ayer límites estrictos para el regreso de los radicales K y le dijo "no" a la propuesta de derogar la expulsión de Julio Cobos mientras siga como vicepresidente de Cristina Kirchner.
Esa postura fue expresada en el encuentro de jefes distitales que tuvo lugar en la sede partidaria. Y tomó forma de propuesta a la Convención Nacional que en tres semanas definirá si declara una amnistía para los dirigentes que el año pasado se negaron a apoyar la fórmula presidencial Roberto Lavagna Gerardo Morales.
Como jefe partidario, Morales se puso al frente de una operación destinada a neutralizar el regreso inmediato de Cobos, impulsada desde diversos sectores internos y alentada por Raúl Alfonsín.
El ex presidente y líder carismático de la UCR promueve la alternativa de otorgarle a Cobos una licencia como afiliado -aceptada por el mendocino tras visitar a Alfonsín en su casa, dos semanas atrás-- para contrarrestar los argumentos de "incompatibilidad" que utiliza Morales para descalificar el regreso del vicepresidente a una fuerza de perfil opositor.
Morales expresó ayer que sólo habilitaría el retorno de dirigentes cobistas, sin Cobos, "en caso de que se comprometan a acatar las decisiones de los cuerpos orgánicos", que apuntan a endurecer el perfil opositor del partido. Y admitió que tendió puentes con algunos de ellos, entre los que mencionó al senador Pablo Verani.
Sin embargo, el levantamiento de la expulsión "de por vida" impuesta a Cobos es la condición básica que plantearon los radicales K para volver al partido, por lo que las negociaciones iniciadas entre dirigentes de ambos bandos puede empantanarse de prosperar la propuesta de la conducción.
Entre los dirigentes que resisten dentro de la debilitada UCR creció últimamente el interés por capitalizar la identificación de Cobos con el partido, a partir de la popularidad que cosechó el vicepresidente desde que votó contra las retenciones móviles en el Senado.
En el encuentro del Comité Federal que tuvo lugar ayer, con la presencia de representantes de 16 provincias y la Capital, se insinuaron los chispazos que seguramente habrá de generar el tema en la Convención del 3 y 4 de octubre en Mina Clavero.
"Tenemos que dejar atrás el internismo y reconocer la grandeza que tuvieron Cobos y todos los senadores radicales frente al tema de las retenciones", sostuvo el jefe de la UCR neuquina, Marcelo Inaudi, cercano al cobista Horacio "Pechi" Quiroga.
"No hay que abrirle la puerta a los traidores", le replicó con energía el ex senador e interventor del comité santiagueño, José Zavalía, enemigo público del gobernador Gerardo Zamora, uno de los radicales K que se mantiene alineado con el Gobierno.
El santafesino Luis Cáceres buscó una posición intermedia y sostuvo que "al final del camino, los afiliados serán los que definan la situación. Si hay debate vamos a poder conseguir objetivos comunes, pero si seguimos sin reglas claras cada uno va a seguir haciendo lo que quiere".
Por su lado, el alfonsinismo y otros grupos que proponen una apertura irrestricta, confían en cambiar las relaciones de fuerza en la Convención Nacional e imponer una vía de seducción al cobismo, con Cobos incluido.
Esa postura fue expresada en el encuentro de jefes distitales que tuvo lugar en la sede partidaria. Y tomó forma de propuesta a la Convención Nacional que en tres semanas definirá si declara una amnistía para los dirigentes que el año pasado se negaron a apoyar la fórmula presidencial Roberto Lavagna Gerardo Morales.
Como jefe partidario, Morales se puso al frente de una operación destinada a neutralizar el regreso inmediato de Cobos, impulsada desde diversos sectores internos y alentada por Raúl Alfonsín.
El ex presidente y líder carismático de la UCR promueve la alternativa de otorgarle a Cobos una licencia como afiliado -aceptada por el mendocino tras visitar a Alfonsín en su casa, dos semanas atrás-- para contrarrestar los argumentos de "incompatibilidad" que utiliza Morales para descalificar el regreso del vicepresidente a una fuerza de perfil opositor.
Morales expresó ayer que sólo habilitaría el retorno de dirigentes cobistas, sin Cobos, "en caso de que se comprometan a acatar las decisiones de los cuerpos orgánicos", que apuntan a endurecer el perfil opositor del partido. Y admitió que tendió puentes con algunos de ellos, entre los que mencionó al senador Pablo Verani.
Sin embargo, el levantamiento de la expulsión "de por vida" impuesta a Cobos es la condición básica que plantearon los radicales K para volver al partido, por lo que las negociaciones iniciadas entre dirigentes de ambos bandos puede empantanarse de prosperar la propuesta de la conducción.
Entre los dirigentes que resisten dentro de la debilitada UCR creció últimamente el interés por capitalizar la identificación de Cobos con el partido, a partir de la popularidad que cosechó el vicepresidente desde que votó contra las retenciones móviles en el Senado.
En el encuentro del Comité Federal que tuvo lugar ayer, con la presencia de representantes de 16 provincias y la Capital, se insinuaron los chispazos que seguramente habrá de generar el tema en la Convención del 3 y 4 de octubre en Mina Clavero.
"Tenemos que dejar atrás el internismo y reconocer la grandeza que tuvieron Cobos y todos los senadores radicales frente al tema de las retenciones", sostuvo el jefe de la UCR neuquina, Marcelo Inaudi, cercano al cobista Horacio "Pechi" Quiroga.
"No hay que abrirle la puerta a los traidores", le replicó con energía el ex senador e interventor del comité santiagueño, José Zavalía, enemigo público del gobernador Gerardo Zamora, uno de los radicales K que se mantiene alineado con el Gobierno.
El santafesino Luis Cáceres buscó una posición intermedia y sostuvo que "al final del camino, los afiliados serán los que definan la situación. Si hay debate vamos a poder conseguir objetivos comunes, pero si seguimos sin reglas claras cada uno va a seguir haciendo lo que quiere".
Por su lado, el alfonsinismo y otros grupos que proponen una apertura irrestricta, confían en cambiar las relaciones de fuerza en la Convención Nacional e imponer una vía de seducción al cobismo, con Cobos incluido.
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