“Olé olé, olé olé olá, yo tengo huevos sigo siendo radical”, cantaban ayer los jóvenes de la UCR en el Luna Park, agitando los brazos, convencidos del lugar que les toca en el partido que busca refundarse. Fue el marco preciso para resaltar que el radicalismo cuenta con cuadros jóvenes: 240 representaron a todos los dirigentes que salieron de ese seno.
Todo el Luna teñido de rojo y blanco, con banderas, bombos, cornetas y una alegría propia del recuerdo de la mayor gloria pasada que recuerden los radicales en las últimas décadas: el 30 de octubre de 1983, cuando Alfonsín ganó en las urnas al justicialismo y se convirtó en el primer presidente del nuevo período democrático en Argentina, después de la más salvaje dictadura militar.
Con la presencia de decenas de dirigentes integrantes del gobierno alfonsinista, cientos de militantes vivaron a Alfonsín durante toda la jornada, para culminar en un acto que brilló por lo emotivo. Razones no faltaban: estuvieron presentes desde el vicepresidente Julio Cobos hasta Elisa Carrió y Ricardo López Murphy; desde los intendentes de la UCR, como Carlos García de Brandsen, Carlos Gorosito de Saladillo y Liliana Denot de Chascomús; hasta el cobista Mario Meoni de Junín y el radical K Gustavo Posse de San Isidro.
En definitiva, eso es lo que se exaltó ayer: el origen común de todos los presentes, que es atravesado de forma indefectible por la figura de Raúl Alfonsín.
El ex presidente, que no estuvo por motivos de salud, envió un video en el que instó al diálogo entre Gobierno y oposición y afirmó que la democracia “no es sólo libertad, sino la búsqueda de la igualdad para conformar una sociedad más libre”.
“La recuperación de la democracia fue una conquista colectiva”, reflexionó Gorosito. “Alfonsín fue quien interpretó ese momento histórico. El ya no pertenece a una parcialidad política sino que es patrimonio de todos los argentinos”, agregó.
Así lo manifestó también el intendente de Brandsen, Carlos García. “Creo que la figura de Alfonsín y su gobierno ha trascendido la historia argentina”, dijo a Hoy. “Hace mucho que no veíamos un acto con radicales y con tantos que no son radicales, juntos”, recordó García.
Muchos que eran jóvenes en esa época, también rememoraron su entrada a la UCR. “Comencé a militar en el ‘82, cuando tenía 14 años”, recordó durante el acto el dirigente platense Marcelo Uriarte.
Por su parte, Gerardo Morales, senador jujeño y titular del radicalismo, manifestó que “Alfonsín hace esta convocatoria a la concordia, a la cohesión nacional y al diálogo que es la base de un sistema democrático”, en clara oposición al Gobierno kirchnerista.
Uno de los ex funcionarios que también estuvo presente fue Juan Sorrouille, ex ministro de Economía y creador del Plan Austral. “Creo que toda persona de bien festeja el reencuentro con la democracia y al radicalismo le tocó gobernar en esos tiempos difíciles, así que es motivo de festejo”, aseguró a Hoy. “Siempre debe haber una oportunidad para entenderse mejor, hay que escuchar a los demás, también en materia económica”, concluyó el ex funcionario sobre el diálogo político.
También Ignacio de Mendiguren participó del acto. “Cuando venían por todo, por la tierra, cuando muy pocos acompañaban a Alfonsín, él estuvo al lado de todos, con total desprendimiento y grandeza”, sostuvo el ex ministro de la Producción de Eduardo Duhalde y actual vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA).
El hijo de Enrique “Coti” Nosiglia, Juan Ignacio Nosiglia, reclamó, como titular de la Juventud Radical que aquellos dirigentes de los ‘80 “trabajen por la unión de este viejo partido. Es hora de las coincidencias”.
Esa fue toda la tónica del acto, un clamor por la reunión de los radicales dispersos, en el primer acto en el que se mostraron juntos, a pesar de las diferencias.
Los gestos entre la multitud
Lilita Carrió llegó discretamente, rodeada de colaboradores y reticente a hacer demasiadas declaraciones. No era para menos, estaba atenta a no cruzarse con Julio Cobos, que hubiera sido la foto de la jornada.
Cobos, en cambio, fue más locuaz. En un momento del acto quiso cantar el tradicional: “Volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser gobierno, como en el 83”. Hoy observó cómo el vicepresidente se paró junto al resto de los militantes y dirigentes mientras sonreía y miraba hacia los lados. Estaba feliz, pero no cantó.
Entre el público también estuvo la diputada Cecilia Moreau, junto a su hijita. En un momento del acto, prolijamente se acercó hasta su padre, Leopoldo Moreau y su madre, para dejarles a la pequeña un rato.
Gerardo Morales quería sentarse antes de que llegara Cobos, pero no pudo. Los medios lo fueron atajando en el camino y cuando llegó, el vice estaba en plena ronda de prensa. Entonces, optó por volver atrás y retornar más tarde, cuando todo se hubiera calmado. Se sentó a dos o tres lugares del vice, y al lado del senador Ernesto Sanz y de Hipólito Solari Yrigoyen.
Diario Hoy
No hay comentarios:
Publicar un comentario