Presentaron su propio proyecto. Pero reclaman 180 días para uno de consenso.
Como una primera conclusión, ayer, antes de participar del acto en el Luna Park, el bloque radical de la Cámara de Diputados decidió presentar un dictamen propio en el debate por la estatización de las AFJP. Pide 180 días para la elaboración de un proyecto consensuado.Los socialistas, por su lado, resolverán mañana, sábado, si votan en general a favor o en contra. Lo harán en un encuentro de la Junta Ejecutiva del partido que deliberará en la sede del Círculo de Ex Legisladores cercano al Congreso.Las bancadas del Pro y de la Coalición Cívica se limitarán a votar negativamente. La posición del radicalismo incluye un primer artículo clave en esta puja. Es el rechazo de la norma, en la misma línea que el bloque macrista de Federico Pinedo y el de Adrián Pérez, que conduce la bancada de los cívicos que responde a Elisa Carrió.De este modo, se mantendrán en la misma línea esas tres expresiones políticas como hicieron contra la resolución 125 referida a las retenciones móviles, jubilaciones móviles, la estatización de Aerolíneas Argentinas y el proyecto de ley de Presupuesto.Esa instancia será al término de la discusión en general del dictamen de la mayoría, tras lo cual sobrevendrá la tenida por cada uno de los 18 artículos. Todo transcurrirá en la sesión especial del próximo jueves.Ayer terminó el tratamiento en el plenario de las comisiones de Presupuesto y Previsión Social, tras lo cual el martes se firmarán los dictámenes de la mayoría y de la minoría, en este caso el radical.Los pasos de la treintena de radicales no eluden en principio el proyecto elaborado por el ex diputado y especialista en el tema Eduardo Santín -uno de los combatientes en 1993 contra la Ley 24241 de AFJP- que aparece como una propuesta del partido.El propio Santín -fue el miércoles, el mismo día que lo anticipó Clarín- se reunió con el presidente del bloque K, Agustín Rossi, para hablar de esa variante que conllevaba la aprobación en general de la ley. Pero ayer gravitó más la resistencia al gobierno kirchnerista y su estilo que la disposición a entendimientos parlamentarios.Deliberaron los radicales ayer mientras las comisiones cerraban su tarea con los representantes de los jubilados. Uno de ellos pareció quedar encerrado entre dos pisos en un ascensor. Clamaba auxilio hasta que lo escuchó la diputada María América González, convencida de que se trataba de uno de los abuelos. Luego de gritos, esfuerzos y de levantar la caja desde la terraza, se abrió la puerta y apareció el diputado radical Rubén Lanceta, despeinado y tan apurado que se fue sin saludar.
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