Puso como condición que se hagan acuerdos programáticos entre los dos partidos.
Gerardo, ¿no querés tomarte un vinito?, propuso Raúl Alfonsín, a modo de bienvenida. No, es muy temprano, prefiero agua, contestó Morales. Quizá la copa le hubiera venido bien al jefe de la UCR para celebrar lo que había ido a buscar a la casa del ex presidente: un gesto de distensión en medio de la polémica que había originado su crítica carta hacia el acuerdo entre el radicalismo y la Coalición Cívica de Elisa Carrió. En rigor, Morales se llevó algo más que un gesto de distensión: Alfonsín terminó por aceptar la negociación, aunque puso como condición que se hagan acuerdos programáticos y que sean de partido a partido y no entre personas.Morales salió del departamento de Alfonsín con una sonrisa ancha. Hasta se detuvo para saludar al portero y a los efectivos de seguridad del edificio. "Lo de construir una alternativa es inexorable porque el país lo necesita", dijo a los periodistas que aguardaban en la puerta. ¿Qué dijo Alfonsín de Carrió? "Tiene un muy buen concepto de ella, no hay ningún problema", se limitó a manifestar el visitante.Alfonsín recibió al conductor partidario en su habitación, recostado ligeramente en la cama, donde se recupera de una grave enfermedad. En el comienzo, el que más habló fue Morales. Explicó en detalle las causas que llevaron a la fuerza centenaria a negociar con la Coalición y con el Partido Socialista. El anfitrión exhibió sus dudas sobre la recepción que podían darle sus correligionarios a la líder de la Coalición. "Yo no sé cómo cae esta decisión", sostuvo. "Doctor, ha caído bien. Dígale a los muchachos que hagan un esfuerzo", respondió Morales.Los muchachos a los que se refería son los dirigentes bonaerenses que se niegan a hablar bien de Carrió. Los pro acuerdo disparan contra Leopoldo Moreau. Incluso, lo acusan de haber sido el operador de la carta de la discordia que firmó Alfonsín el miércoles, en la que cuestionó el vínculo. Ese tema ni se tocó. Morales no le preguntó nada y Alfonsín prefirió pasarlo por alto. Cuando el asunto sobrevoló la charla, Alfonsín le dijo que había escrito otro texto. "Esto es para que no andemos con opiniones cruzadas. Si te parece, lo firmamos juntos". En la nueva carta se considera la posibilidad de construir "frentes electorales" (Ver La carta...). Por supuesto, el senador lo firmó con los ojos cerrados. Era bastante más de lo que había ido a buscar."El viejo celebró el diálogo y se aclaró todo. Su meta, principalmente, es que antes de hacer un acuerdo electoral se cierren las bases programáticas", contó a Clarín Ricardo Alfonsín, que suena para secundar a Margarita Stolbizer en la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires. Moreau también habló: "La carta es positiva y ratifica los dichos de Alfonsín. Supedita eventuales acuerdos electorales a coincidencias programáticas y no a candidaturas. No excluye ni pone límites".Para terminar la semana en paz, Morales evitó dar definiciones tajantes sobre la situación de Julio Cobos, cuyo nombre es impulsado por un sector del radicalismo para una futura alianza. "Cuando deje el Gobierno se verá", señaló. Mientras hacia declaraciones sobre la avenida Santa Fe, Morales era escuchado por varios vecinos. ¿Volvemos?, lo indagó un hombre y le dio un afectuoso beso, con ruido y todo. La respuesta estuvo impregnada de optimismo: "Sí, volvemos. Volvemos en 2011".
Clarin
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